La CHG realiza obras de conservación y puesta en valor de las Reservas Naturales Fluviales de la cuenca con una inversión de 3,1 millones de euros

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha iniciado con un presupuesto de 3,1 millones de euros actuaciones de conservación y puesta en valor de cinco Reservas Naturales Fluviales (RNF) y un espacio de alto valor ambiental de la cuenca, concretamente en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Córdoba y Granada.

Los trabajos han comenzado este mes de julio en la Reserva Natural Fluvial de la Cabecera de los ríos Salobre y Arjonilla (Albacete), que posee importantes valores geomorfológicos y ecológicos y donde se ejecutarán tareas de eliminación y control de especies exóticas invasoras, creación de un sendero y eliminación de obstáculos en el dominio público hidráulico entre otras. El río Salobre nace en las estribaciones de la albaceteña Sierra de Alcaraz y desemboca en el río Guadalmena, que a su vez confluye en el río Guadalimar y éste en el Guadalquivir.

El proyecto incluye también actuaciones en la RNF Arroyo Bejarano (Córdoba), RNF Río Guadalora (Córdoba), RNF Nacimiento del Río Genil (Granada) y RNF Río Montoro (Ciudad Real), así como una intervención de mejora de la continuidad fluvial del río Salado en el azud El Cerrajón (Córdoba). Las obras, que desarrolla la CHG por encargo de la Dirección General del Agua de MITECO, tienen un plazo estimado de ejecución de 30 meses y están financiadas al 100% por la Unión Europea a través del Fondo de Restauración Ecológica y Resiliencia (FRER).

La finalidad del proyecto es la preservación y difusión de los valores de estas reservas, consideradas espacios de referencia de los ecosistemas fluviales, con presencia habitual de hábitats prioritarios y especies protegidas de gran interés para la conservación de la biodiversidad. Asimismo, y dada la gran sensibilidad de los ecosistemas fluviales, las RNF sirven para valorar los impactos del cambio climático, por lo que su preservación en condiciones adecuadas se hace más importante aún si cabe.

Los trabajos responden así a distintas líneas de actuación, como son la prevención o reducción de la contaminación (retirada de residuos dispersos); recuperación de la continuidad longitudinal (permeabilización de obstáculos transversales y supresión de otros obsoletos) y la mejora de las condiciones morfológicas de los ríos (mejora de la estructura del lecho, eliminación o control de especies vegetales invasoras, conservación de la vegetación de ribera, restauración hidrológico-forestal, etcétera).

También se acometerán otro grupo de actuaciones encaminadas a la puesta en valor de las reservas, tales como su adecuación al uso público con la instalación de dotaciones básica y la creación de senderos o mejoras de los existentes, acciones de divulgación y educación ambiental y actividades de fomento de la participación pública en la gestión de las reservas.