CHG y Diputación de Cádiz concluyen la recuperación ecológica del río Roche, en Conil

13 enero 2015

Han invertido más de 260.000 euros para limpiar su cauce, plantar vegetación de ribera y mejorar las sendas que permiten un disfrute público del entorno

La actuación, en la que se ha invertido más más de 260.000 euros, ha permitido la recuperación ecológica del río Roche, en Conil

La actuación, en la que se ha invertido más más de 260.000 euros, ha permitido la recuperación ecológica del río Roche, en Conil

14 de enero de 2015- Una actuación conjunta de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) y de la Diputación de Cádiz ha permitido la recuperación ecológica del río Roche, en Conil. El acta que certifica el final de esta intervención se ha entregado en el Ayuntamiento de Conil en el curso de un acto en el que han intervenido el presidente de Diputación, José Loaiza; el alcalde de Conil, Juan Bermúdez y el director técnico adjunto de la CHG, Miguel Ángel Llamazares, con la asistencia del diputado provincial, Eduardo Párraga.

En esta actuación se han invertido 264.713¿20 euros. La CHG ha dispuesto los fondos FEDER que han financiado el 80 por ciento de esta operación mientras que el área de Medio Ambiente de Diputación aporta el 20 por ciento restante con fondos propios. Ambas instituciones han concertado sus medios económicos y técnicos en el Plan de Protección y Regeneración del Entorno Natural.

José Loaiza y Juan Bermúdez han valorado la actuación ya concluida y la cooperación institucional entre las dos instituciones que presiden. El presidente de Diputación y el alcalde de Conil han coincidido al destacar los réditos sociales deparados por esta concertación pública en programas diversos como el Plan Reactiva, las actuaciones en eficiencia energética, los planes provinciales de obra pública o el Profea.

La recuperación del río Roche, a tenor de las obras resueltas, es de amplio alcance. Ha permitido la eliminación de especies vegetales exóticas que habían arraigado en los márgenes del río, principalmente en la proximidad de la urbanización Cabo de Roche, consecuencia de la cercanía de jardines privados. En su lugar se ha plantado vegetación de ribera como medio para recuperar la diversidad natural y frenar la erosión.

Mediante medios manuales se ha limpiado la zona de escombros y residuos urbanos, algunos arrastrados desde río arriba. Con esta tarea se reduce el riesgo de incendio al retirar los restos de vidrio, mejora la calidad paisajística, además de eliminar la presencia de insectos y roedores que se prodigan cuando hay restos orgánicos.

En esta intervención también se han retirado los restos vegetales depositados en el cauce, arrastrados por la corriente o procedentes de la erosión de los márgenes. En algunos tramos el río estaba ocluido por los residuos vegetales de los jardines colindantes. Su acumulación provoca la formación de presas que, en época de lluvias, se desbordan y causan inundaciones.

Otra medida beneficiosa ha sido la eliminación de las obras de paso así como los accesos al río desde edificaciones que, en la práctica, precipitaban una privatización del dominio público. También se ha eliminado el vallado en mal estado, de una finca particular, que incluso ocupaba el cauce. Sí se ha instalado una valla de madera en aquellas zonas del itinerario con riesgo de caída, así como en enclaves propicios para la ubicación de miradores.

En esta recuperación del dominio público se incluye la creación de caminos peatonales aprovechando las sendas existentes y enlazándolas con los puntos de acceso ya en servicio o contemplados en el Plan General de Ordenación Urbana de Conil. La reforma también ha comprendido la instalación de dos pasarelas y la dotación de señalización informativa.

Una de las actuaciones más destacadas ha sido la consolidación de un azud en la desembocadura del río Roche, en las inmediaciones del puerto de Conil. Con esta obra hidráulica se pretende una doble finalidad: contener el flujo de las mareas que ensanchan el cauce del río a base de erosionar sus márgenes; además, con este sistema de contención se logra mantener una reserva constante de agua dulce, idónea para preservar el ecosistema de especies amenazadas como el salinete.

Hasta finales de los años 80, cuando se construyó la dársena pesquera de Conil, el río desembocaba en una cala formada por el aporte de arena y la dinámica de las mareas. Esta franja arenosa separaba el final del cauce fluvial de las aguas del Atlántico. Cuando se construyó el puerto se eliminó esa barrera natural que de hecho debe ser dragada con frecuencia para permitir el tráfico de las embarcaciones. Esa infraestructura portuaria ha ocasionado la alteración del cauce del río en su desembocadura, además de amenazar la pervivencia del salinete que entró en contacto directo con una voraz depredadora: la lisa.

Al levantarse el azud se favorece la recuperación biológica del río, con el acondicionamiento de las pozas naturales existentes y la creación de otras nuevas donde se puede desenvolver el salinete. Este pequeño pez -que era habitual en charcas, acequias, lagunas litorales, marismas y salinas- está en peligro de extinción pese a que puede vivir tanto en agua dulce como de elevada salinidad.

Esta intervención ha sido materializada por la empresa Arpo Empresa Constructora SA.