Se abre la consulta pública de la revisión del Plan Hidrológico del Guadalquivir para el horizonte 2022-2027

22 June 2021

La gestión de la demanda en un contexto de cambio climático, la lucha contra la contaminación difusa y la atención a Doñana, los aspectos más relevantes del nuevo borrador

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha lanzado a consulta pública el proyecto del Plan Hidrológico del Guadalquivir para el horizonte 2022-2027, tal y como establece el marco normativo en la gestión del agua en esta cuenca.
 
Se abre así un periodo de seis meses en el que todos los agentes interesados podrán conocer el borrador del Plan y plantear observaciones y/o sugerencias para enriquecer el documento. Tras este proceso de participación y debate públicos, el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica Guadalquivir (máximo órgano de planificación de la cuenca) elevará el documento resultante al Consejo Nacional del Agua que, previo informe favorable, lo remitirá al Gobierno a través del MITECO para su aprobación definitiva mediante Real Decreto.
 
Los documentos -Memoria, Anejos, Normativa y Evaluación Ambiental Estratégica del Plan Hidrológico y del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación- se encuentran disponibles desde hoy mismo para su consulta y descarga en la web de la CHG, en este enlace.
 
El Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir constituye la piedra angular sobre la que se apoya la gestión de los recursos hídricos para alcanzar los objetivos de la planificación hidrológica: conseguir el buen estado y la adecuada protección del dominio público hidráulico y de las masas de agua, satisfacer las demandas y lograr el equilibrio y armonización del desarrollo regional y sectorial, incrementando las disponibilidades del recurso, protegiendo su calidad, economizando su empleo y racionalizando sus usos en armonía con el medioambiente y los demás recursos naturales.
 
Principales aspectos del nuevo borrador
El Proyecto de Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-2027 supone la revisión del actual Plan vigente, aprobado el pasado 2015, que actualiza la información disponible y mejora determinados aspectos de la gestión.
 
Entre otros, la gestión de la demanda en un contexto de cambio climático. Por su situación -la más meridional de las grandes cuencas europeas- y la enorme variabilidad de sus recursos -3.163 hm3 para 875.000, 402 hm3 para abastecimiento y 109 hm3 ha para uso industrial-, la cuenca del Guadalquivir está obligada a mantener un equilibrio siempre difícil, apoyado en el conocimiento de la hidrología, la contención del consumo, el manejo cuidadoso de la infraestructura y una estrecha coordinación entre la administración y los usuarios. 
 
En esta revisión se ha incluido por primera vez el Anejo (15) sobre Cambio Climático, que incorpora los estudios y estimaciones de reducciones de aportaciones y de la recarga de acuíferos del CEDEX; los análisis de presiones, exposición, vulnerabilidad y riesgo realizados por la Universidad Politécnica de Valencia; y la disminución de la garantía. Además, se ha incluido en la Normativa un artículo específico de adaptación al cambio climático (artículo 3) y en los Programas de Medidas se incluye la medida de realización de un Plan de adaptación al Cambio Climático vinculado a la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética y al Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC). 
 
Con igual hincapié se aborda la lucha contra la contaminación, especialmente la difusa originada por nitratos, principalmente de origen agrario. Existen 2.784.285 hectáreas cultivadas (48,7% del total de la cuenca). Las masas de agua en zonas de uso agrícola tienen mayor riesgo de contaminación por el uso de fertilizantes y productos fitosanitarios, con el consiguiente riesgo de contaminación, especialmente importante en los acuíferos por su persistencia. El 36% de las masas de agua presentan presiones de fuentes difusas de la actividad agrícola. 
 
La revisión del Plan establece en su Normativa los umbrales máximos de excedentes de nitrógeno, por hectárea y año, en las masas de agua subterránea que se encuentren en mal estado químico por nitratos. Dichos límites máximos serán los que conduzcan al logro de los objetivos ambientales y deberán ser considerados por las autoridades competentes en agricultura de cara a la revisión de sus programas de actuación. También en el Anejo 5 (Registro de Zonas Protegidas) se incluyen tablas que identifican los códigos de buenas prácticas agrarias y los programas de actuación de obligado cumplimiento en las zonas vulnerables.
 
Para implementar el uso sostenible del agua, el borrador del proyecto de Plan prevé una reducción de las asignaciones de recursos en 102,26 hm3 para el año 2027. En este sentido, el documento recoge que no son compatibles con el Plan Hidrológico nuevas concesiones o modificaciones de características de los derechos existentes que impliquen un incremento de la superficie regable o volumen de riego (artículo 16 de la Normativa). Conforme a los Objetivos de la estrategia España Circular 2030 y el Plan DSEAR, el Plan del Guadalquivir sigue apostando por la reutilización con una nueva reserva de 20 hm3, que se sumará a la reserva actualmente en trámite.
 
El tratamiento especial a Doñana y su entorno se pone de especial relevancia en el futuro plan de cuenca, más aún cuando el pasado 24 de agosto, la CHG declaraba las masas subterráneas "La Rocina", "Almonte" y "Marismas" como en riesgo de no alcanzar el buen estado. Para el más conocido de los Espacios Naturales Protegidos del Guadalquivir, el borrador plantea diversas medidas. Entre ellas, la sustitución de aguas subterráneas por superficiales, como en la conexión de Matalascañas con la ETAP de Palos; continuar con el control exhaustivo y constante de los riegos legales y la eliminación de los ilegales; el recrecimiento del embalse del Agrio; la nueva EDAR de Matalascañas; mejoras en la depuración de grandes núcleos que vierten al estuario, como Sevilla, y en los menores de 10.000 habitantes que vierten directamente a Doñana, con depuración con tratamiento terciario; la reubicación de sondeos de abastecimiento; la recarga artificial de acuíferos hasta un total de 18 con una inversión conjunta de 177 millones de euros. Este programa y el desarrollo de la declaración según prevé el artículo 56 de la Ley de Aguas deben permitir que el conjunto de sus masas de agua alcance el buen estado en 2027.
 
Con respecto a los caudales ecológicos, se generaliza su cumplimiento en las infraestructuras y puntos de control establecidos, y se habilitarán mecanismos para su cumplimiento en todas las infraestructuras de la CHG, manteniéndose un seguimiento adaptativo de su efectividad a lo largo del presente ciclo de planificación.
 
789 actuaciones a ejecutar en los próximos 6 años
El Programa de Medidas del Plan Hidrológico constituye, junto con la Normativa, el elemento esencial que ha de contribuir a la consecución de los objetivos ambientales. En el horizonte 2022-2027 se ejecutarán un total de 789 actuaciones, entre las que destacan las destinadas a reducir la contaminación puntual, para lo que se desarrollarán 496 actuaciones. A destacar también por su número, las 86 medidas relacionadas con la Gobernanza y las 41 actuaciones planificadas para la prevención de inundaciones en la cuenca.
 
A diferencia de los ciclos anteriores, el programa de medidas del Plan del tercer ciclo se caracteriza por no tener escenarios de ejecución más allá del año 2027, por lo que el compromiso de ejecución de las medidas plasmadas en él tiene dicho año como fecha de ejecución máxima y efecto en el estado de las masas de agua. 
 
Otro aspecto diferenciador es el profundo análisis de las medidas realizado. Durante el seguimiento del plan del segundo ciclo se ha llevado a cabo anualmente un control y revisión de las medidas existentes, desechando medidas obsoletas que venían arrastradas de ciclos anteriores y manteniendo tan solo aquellas medidas necesarias para el logro de objetivos.
 
Además, este programa se ha confeccionado dando un mayor impulso a las medidas ambientales de restauración existentes, pasando gran parte de ellas a estar finalizadas o en ejecución. Otro aspecto que destacar es la incorporación de medidas relativas a la gobernanza, que permitirán tener un mayor conocimiento y mejor manejo de los problemas existentes en la cuenca.