La CHG aclara que los depósitos temporales son material extraído de los cauces en la segunda fase de restauración del río de Oro

26 December 2025

Los depósitos temporales en las márgenes son material extraído del cauce en trabajos de limpieza, pese a ser competencia de la Ciudad Autónoma. La CHG invierte 2,6 millones de euros en la segunda fase de restauración del río de Oro y arroyo Farhana para mejorar el estado ecológico y reducir riesgos de inundación

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) desea aclarar la información publicada en diversos medios respecto a supuestos vertidos peligrosos derivados de los trabajos de limpieza y mantenimiento de cauces en Melilla.

No es cierto que se hayan realizado vertidos peligrosos ni que se hayan abandonado residuos sin control.

Los trabajos en cuestión forman parte de la segunda fase de la restauración fluvial del río de Oro y el arroyo Farhana, una actuación incluida en los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRIs) del segundo ciclo (2022-2027), con una inversión de 2,6 millones de euros financiados por el Fondo de Restauración Ecológica y Resiliencia (FRER) del Gobierno de España. Esta fase, con un plazo de ejecución de 14 meses, complementa la primera fase (con una inversión similar de 2,4 millones de euros) y tiene como objetivos principales mejorar el estado ecológico y visual de los cauces, su integración en el entorno urbano, la reducción de riesgos de inundación, la eliminación de especies exóticas invasoras, la plantación de vegetación autóctona, la limpieza de residuos y la creación de senderos fluviales accesibles para la ciudadanía.

Es cierto que existe material depositado temporalmente en las márgenes de algunos cauces, como consecuencia de las actuaciones de mantenimiento y limpieza. Este material procede íntegramente del propio cauce y está compuesto en su mayor parte por tierras, herbáceas, cañas y troncos, junto con residuos sólidos urbanos vertidos ilegalmente en el cauce en el pasado (en menor medida). Los residuos urbanos se separan cuidadosamente y se trasladan a vertedero autorizado, mientras que la materia orgánica se tritura para su posterior esparcido como mejora del suelo.
Dada la significativa acumulación de materia orgánica "muchos cauces llevaban años sin mantenimiento adecuado", ha sido necesario adquirir y trasladar desde la Península maquinaria específica para su trituración. No obstante, se priorizó depositar temporalmente el material en las márgenes para mantener el cauce libre y despejado, como medida preventiva ante posibles episodios de lluvias e inundaciones.
La CHG insiste en que se trata de material extraído del propio cauce y, de contener elementos potencialmente problemáticos, estos ya estaban previamente en el interior del cauce, por lo que estas actuaciones no empeoran la situación, sino que contribuyen decisivamente a la mejora ambiental y a la reducción de riesgos.
Estos trabajos se ejecutan directamente por la CHG en virtud del protocolo de colaboración suscrito con la Ciudad Autónoma de Melilla, pese a que, según la legislación vigente (artículo 28.4 de la Ley 10/2001 del Plan Hidrológico Nacional y artículo 21 del Estatuto de Autonomía de Melilla), el mantenimiento ordinario de los cauces en zonas urbanas corresponde a la Ciudad Autónoma como administración competente en materia de ordenación del territorio y urbanismo.
La CHG reitera su compromiso con la restauración ecológica y la protección del dominio público hidráulico en Melilla, demostrada con una inversión estatal superior a los 5 millones de euros entre ambas fases del proyecto, y permanece a disposición de las autoridades locales y la ciudadanía para cualquier aclaración adicional.